Aunque esta medida busca reforzar la plantilla durante el periodo estival, AUGC sostiene que no aborda el problema de fondo que afecta a los guardias civiles destinados en estas Islas. En primer lugar, el coste de vida es muy elevado. El refuerzo de plantilla debe de ir encaminado a que sea de manera permanente y no solo en la época estival. Para que el destino sea atractivo, se debe acompañar de un aumento del complemento de insularidad que permita costear el alto precio de la vivienda en estas zonas. Además, se sugiere aumentar los días de vacaciones y asuntos propios, siguiendo el ejemplo de los guardias civiles destinados en el País Vasco. Por otra parte, existe la problematica del turismo masivo. En 2023, las Islas recibieron más de 14 millones de turistas, y se espera que esta cifra aumente aún más en 2024. Sin embargo, la falta de guardias civiles se ha cronificado en unos destinos turísticos que sufren poca estacionalidad. La falta de personal permanente conlleva a un sobresfuerzo por parte de una plantilla que tiene que atender a las necesidades de la ciudadanía local, mas la turística. Esto ha conllevado a que, en unidades como la de Ibiza, su plantilla esté actualmente con más de un 50% de baja médica, sin que sus actuales mandos se hayan preocupado por conocer la problemática de sus trabajadores. Medidas como el implemento de la dieta para el personal de refuerzo no hace más que ahondar en el ánimo del personal destinado en Ibiza y Formentera, ya que deja en evidencia que existe una necesidad de motivación para que el personal de la Guardia Civil vea atractivo el destino dentro de las Islas. Esta situación tan lamentable tendrá un efecto perjudicial en la atención de las carreteras insulares. Otro aspecto que hace poco atractivo el trabajo en las islas es la falta de unos turnos que ayudan a conciliar la vida laboral con la familiar, ya que desde las jefaturas insulares aluden a la imposibilidad de incorporarlos por las características de peculiaridad de las islas. Siendo la realidad que, la única peculiaridad, es la falta de efectivos para poder ponerlos en funcionamiento. Por lo tanto, desde AUGC consideramos que las comisiones de verano no resolverán los problemas de falta de personal. Se requieren medidas económico-laborales que incentiven la permanencia de los guardias en las Islas Baleares, y opinamos que, aunque el aumento de las dietas es un paso, no es suficiente ni contribuye a la solución del problema fuera del periodo estival. Es fundamental abordar de manera integral los desafíos que enfrentan los agentes en estas islas para garantizar una seguridad efectiva y una calidad de vida adecuada.
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