Con la llegada del mes de septiembre y la época de ‘las calmas’ en la que apenas hay temporales en las áreas del Atlántico entre la costa africana y el archipiélago canario, los guardias civiles se han visto envueltos en una llegada masiva de cayucos con inmigración irregular. Situación que ha agravado aún más la crisis migratoria que enfrentan los guardias civiles en Canarias. Desde el 1 de enero al 31 de agosto, han llegado más de 25.500 inmigrantes, un 123,1% más que el año anterior. Ante dicha situación la Guardia Civil ha hecho un llamamiento interno para que de cara a este mes de septiembre se establezca «un refuerzo especial y voluminoso de agentes (voluntarios en comisión de servicio)» ante la necesidad de un servicio existente en el apoyo a los servicios de Seguridad Ciudadana en la Isla de El Hierro, que durará hasta el próximo 3 de octubre, y a los que tan solo se les ofrece una gratificación del 80% de IRE (dietas del Cuerpo), es decir 60 euros diarios y el sueldo a parte. Desde AUGC consideramos esta cuantía insuficiente. Además de que los agentes allí destinados se están viendo obligados a asumir personalmente los gastos de dietas y manutención, dado que la compensación económica actual es insuficiente para cubrir los costos adicionales que enfrentan en estas circunstancias. Actualmente la cuantía es de 79 euros al día, un 40% inferiores a las de otros cuerpos de seguridad. Como ya llevamos denunciando años, esta cifra está muy desactualizada y no cubre los costos reales de las estancias. Esta situación no solo es injusta, sino que está afectando directamente a la economía de los guardias civiles a nivel personal. La falta de recursos y equipos adecuados también está limitando la capacidad de los agentes para llevar a cabo sus funciones de manera efectiva. La escasez de material de protección y tecnología necesaria está exponiendo a los efectivos a riesgos adicionales, comprometiendo la seguridad de las operaciones y de los propios agentes. Dicho llamamiento, confirma una vez más, las condiciones extremas que están soportando nuestros efectivos y subraya una falta de apoyo y recursos inaceptables que pone en peligro tanto la eficacia de las operaciones como el bienestar de los guardias civiles. Por ello, demandamos soluciones urgentes que aborden el problema de raíz, y así prevenir situaciones tan extremas que se repiten cada año con más intensidad. Y que además se haga un ajuste a la cuantía de las dietas a la realidad de la situación para que los agentes no vean su bienestar financiero afectado.
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