La delegación de AUGC en Madrid advierte sobre una grave situación que afecta a los nuevos agentes guardias civiles en prácticas que han venido a la Comunidad de Madrid. Tras incorporarse a sus destinos, estos guardias no cuentan con chalecos antibalas ajustados a sus medidas o, en algunos casos, carecen de ellos por completo, lo que compromete su protección en situaciones de riesgo. Esta falta de chalecos adecuados afecta tanto a los agentes masculinos como femeninos. Para las mujeres, los chalecos disponibles, diseñados principalmente para hombres, resultan incómodos e inseguros debido a las diferencias físicas en el pecho y la envergadura. Esta situación, también denunciada en otras comunidades como Valencia, resalta la necesidad urgente de dotar a cada agente de un chaleco adaptado a su fisonomía. Además, muchos de estos agentes tampoco han recibido la defensa extensible, un elemento crucial en su equipo, a pesar de haber sido capacitados para su uso en la Academia. La Dirección General de la Guardia Civil conoce desde hace meses las medidas corporales de los agentes, registradas durante su formación en las academias de Baeza y Valdemoro. Con esta información, las autoridades han tenido más de siete meses para proveer los equipos de protección individual necesarios. Desde AUGC consideramos inexplicable el retraso en la entrega de chalecos personalizados, especialmente en un contexto en que la pérdida del principio de autoridad aumenta los riesgos del servicio diario. La falta de un chaleco adecuado deja a los agentes desprotegidos en situaciones potencialmente peligrosas. Además, instamos a la nueva Directora de la Guardia Civil, Mercedes González, a atender de inmediato esta solicitud, subrayando el lema «un agente, un chaleco» y recordando que «la vida de los guardias civiles está en juego». Destacar que el trabajo de los agentes implica una profesión de riesgo aunque el Gobierno aún no la reconozca oficialmente.
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