Los guardias civiles llevamos desde el pasado martes sin descansar, dándolo todo, doblando turnos, auxiliando a todos los necesitados (muchas veces a escondidas), ya que para ir a ayudar hemos tenido que ir en nuestro tiempo libre porque no teníamos autorización de nuestros jefes. Estamos destrozados por los acontecimientos y muy cansados, tanto físicamente como anímicamente. No entendemos la incompetencia de algunos mandos que no han sabido gestionar esta situación, lo que ha causado falta de organización, prohibición de trabajar de forma voluntaria, patrullas sin salir de base, y mientras tanto a los guardias civiles nos hervía la sangre al escuchar por transmisiones como las patrullas estaban desbordadas y pedían refuerzos que nunca llegaban. Nadie ha entendido la inacción de estos mandos. El día 2 de noviembre, nuestro ministro del Interior, Marlaska, en connivencia con el DAO de la Guardia Civil, ha decidido ceder, de forma provisional, parte de la demarcación policial de la Guardia Civil afectada por la DANA. Han cedido la totalidad de la seguridad ciudadana a la Policía Nacional, eso quiere decir que la Guardia Civil no patrulla por esos pueblos, no acude a llamadas, no actúa. Nos han quitado cualquier competencia y se la han otorgado al CNP. Las localidades donde hemos perdido la competencia son Benetúser, Sedaví, Massanasa, Alfafar, Aldaia, La Torre y Horno Alcedo. Esto hecho sin precedentes, del ministro Marlaska, nos ha dejado desmoralizados, nos sentimos totalmente despreciados y no nos parece justo. Como toda España ha podido apreciar, nadie entiende nada, nadie. Los políticos no han estado a la altura, no sé exactamente quién tiene la culpa, ni quién es el responsable, pero el retraso de solicitar los medios adecuados ha sido horrible. Tenemos 88.000 guardias civiles en España, 150.000 soldados, 80.000 policías nacionales, etc. El desprecio del Gobierno hacia los guardias civiles de a pie no tiene precedentes, los guardias civiles aceptampos toda ayuda que exista y se ofrezca, pero que nos retiren la competencia lo consideramos un menosprecio inadmisible. Y por último, damos las gracias a todos los guardias civiles que están trabajando en la DANA, que tras sus jornadas laborales, regresan al lugar para seguir ayudando, han rescatado a gente, han arriesgado sus vidas y han llorado, mucho. Hemos vivido experiencias que las tendremos grabadas para toda la vida. Gracias por todo.
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