A raíz del grave accidente sufrido por dos guardias civiles que se ha producido este miércoles por la noche en el río Guadalquivir frente a las costas de Bonanza (Cádiz), desde AUGC volvemos a poner de manifiesto los peligros diarios que enfrentan los agentes en su lucha contra el narcotráfico, sin el respaldo ni la protección que brinda el reconocimiento como profesión de riesgo. El suceso, en el que una patrullera (Río Irati del SMP Cádiz) colisionó con una narcolancha cargada de hachís durante una persecución, ha dejado heridos leves por contusiones a un guardia civil y un cabo, y a un narcotraficante fallecido. Narcolancha ardiendo tras colisionar con una patrullera de la Guardia Civil en una persecución (Cádiz). Este accidente es un claro ejemplo de que los guardias civiles, especialmente aquellos destinados a operaciones de alto riesgo, se exponen cada día a peligros extremos en su lucha contra redes criminales violentas y organizadas, como la del narcotráfico. Sin embargo, sus condiciones laborales y los beneficios en caso de accidente o incapacidad no están a la altura de los sacrificios que realizan. A diferencia de otros cuerpos, los guardias civiles siguen sin estar reconocidos oficialmente como profesión de riesgo, lo que deja a los agentes en una situación de vulnerabilidad tanto en el desempeño de su labor como en términos de Seguridad Social y protección en caso de lesiones. Nos resulta inaceptable que los agentes sigan enfrentándose a organizaciones criminales cada vez más peligrosas sin el respaldo adecuado. Las condiciones de los guardias civiles en lugares de alta conflictividad deben ser revisadas con urgencia, garantizando el acceso a equipos modernos, tecnología avanzada y formación adecuada que les permita realizar su labor en condiciones óptimas. Por ello, exigimos al ministro del Interior que asuma su responsabilidad y avance en el reconocimiento de los guardias civiles como profesión de riesgo con carácter urgente.
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