AUGC denuncia los largos plazos de entrega de vestuario que obligan a los guardias civiles a trabajar con prendas deterioradas o desfasadas

AUGC denuncia que los prolongados plazos de entrega de las uniformidades destinadas a los guardias civiles causan una problemática que afecta directamente a la efectividad y dignidad del trabajo de los guardias civiles. Son ya múltiples las quejas de guardias civiles que llevan cerca de dos años sin recibir renovaciones de su vestuario. Esta situación se agrava al constatar que, en muchas unidades, los propios agentes se ven obligados a organizar peticiones formales para solicitar las prendas necesarias, un proceso que puede extenderse entre tres y cuatro años para que finalmente reciban las prendas. Un ejemplo particularmente alarmante es el caso de los pantalones y polos técnicos, esenciales para el desempeño diario de los agentes. Estos artículos, pese a ser básicos, llegan con una demora injustificable, obligando al personal a trabajar con prendas desgastadas que no cumplen las condiciones óptimas de protección. Actualmente el sistema utilizado para gestionar la distribución y el aprovisionamiento de material en la Guardia Civil, incluida la vestimenta de los agentes se llama ALFIL (Aplicación Logística-Financiera Integral). Sin embargo, las licencias disponibles para acceder a este sistema son limitadas, lo que provoca demoras significativas en la entrega de uniformes. Este problema afecta a muchas unidades, donde los guardias civiles deben esperar años para recibir el vestuario necesario, lo que impacta negativamente en su desempeño y dignidad profesional. Además, con la llegada del invierno y del frío, hay un elevado número de guardias civiles que, tras haber solicitado polos de manga larga hace dos o incluso tres temporadas, se ven de nuevo desprotegidos ante el frío. La falta de respuesta a estas demandas obliga a los agentes a recurrir a polos deteriorados o anticuados, exponiéndolos ante las adversidades del clima. En la misma línea, la falta de respuesta obliga a los agentes a recurrir a polos deteriorados o anticuados, exponiéndolos no solo a las inclemencias del clima, sino también a una imagen que no corresponde con los estándares que debería tener la institución que representan. Es inadmisible que los guardias civiles, quienes velan por la seguridad y el bienestar de la ciudadanía, se enfrenten a estas carencias materiales que comprometen su desempeño y dignidad profesional. Desde AUGC consideramos que este problema no solo refleja ineficiencia en los procesos de distribución, sino que evidencia la necesidad de reformar el sistema actual de selección y adquisición de estas prendas. Por ello, reclamamos con urgencia un nuevo proceso de selección de vestuario, más eficiente y adaptado a las necesidades reales de los guardias civiles, que permita garantizar la calidad, funcionalidad y rapidez en la entrega.

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