La Comisión de SEPROSE de la Asociación Unificada de Guardias Civiles ha registrado una comunicación al Consejo de la Guardia Civil poniendo de manifiesto los riesgos por falta de medios que afrontan los guardias civiles destinados en unidades de Protección y Seguridad, entre las que se incluyen los Núcleos de Servicios, las Secciones y Destacamentos de Centros Penitenciarios, las UPROSEs y otras similares. En ese escrito se especifica que los guardias civiles del 10% de dichas unidades aún no disponen de chalecos antibala de dotación individual, así como que el 12% de esas unidades no tienen asignadas fundas antihurto para las pistolas, y el 5% carecen de dotación individual de defensas extensibles. Así mismo se expone que el 28% de las unidades que realizan conducciones y custodias de internos de centros penitenciarios no disponen de grilletes rígidos de alta seguridad, mientras que el 15% carecen de cinturones de anclaje y engrilletamiento, y el 13% no tienen spray defensivo en formato gel. Esa carencia de medios de seguridad es tan generalizada que afecta a unidades ubicadas en numerosas provincias: Madrid, Barcelona, Sevilla, A Coruña, Islas Baleares, Toledo, León, Zaragoza, Salamanca, Málaga, Alicante, Burgos, Cáceres, Albacete, Ciudad Real, Córdoba, Gijón, Granada, Guadalajara, Huelva, Las Palmas, Lleida, Ourense y Teruel. En la comunicación tramitada por AUGC se recuerda que el uso compartido de chalecos antibala genera riesgos para los agentes, tanto por motivos de higiene como por posibles contagios, teniendo en cuenta que entre las funciones de dichas unidades está el traslado y custodia de personas que en muchas ocasiones padecen enfermedades infectocontagiosas. A lo cual se añade que algunos de esos chalecos son incómodos y poco ergonómicos, con todo lo que ello conlleva. Por otro lado, se detalla que las fundas antihurto constituyen un elemento de seguridad muy relevante para este tipo de unidades, porque al tener que trasladar y custodiar presos y detenidos, ante el riesgo de fácil extracción y hurto del arma no solo se ve afectada gravemente la seguridad de los agentes, sino también la de los ciudadanos, personal sanitario y funcionarios que se encuentren en los hospitales, juzgados y otras dependencias, como de hecho ya ha ocurrido en alguna ocasión. Además, en el escrito se expone que los grilletes de alta seguridad son los más adecuados para los referidos cometidos de conducciones y custodias de presos y de detenidos, contrariamente a lo que ocurre con los grilletes normales. Así como que los cinturones de anclaje son muy útiles y necesarios para dichas funciones, especialmente cuando se trata de internos violentos, fuguistas o con patologías psicológicas, porque ese tipo de sujeción dificulta en gran medida las agresiones a los agentes u otras personas, así como las conductas autolíticas. Y que el spray defensivo en formato gel es el más idóneo para ese tipo de servicios de traslado y custodia, teniendo en cuenta que es el único que puede utilizarse en espacios cerrados como es el interior de vehículos celulares o edificios, donde se desaconseja completamente utilizar el spray en formato gas, por los evidentes riesgos que conlleva para los propios agentes y resto de personas que se encuentren próximas. La comunicación de AUGC alude a lo establecido en el Manual de Prevención de Riesgos de la propia Guardia Civil, así como a distinta normativa reguladora, y finaliza solicitando que el Servicio de Prevención evalúe los riesgos laborales detallados y proponga las acciones preventivas necesarias para evitarlos, concretamente mediante la dotación de los referidos medios materiales y de seguridad a los guardias civiles de todas las unidades de Protección y Seguridad. Queda patente que a la Dirección General de la Guardia Civil y a algunas jefaturas de comandancias poco les importa la salud laboral de los guardias civiles que prestan servicios de protección y seguridad, a pesar de que el propio Servicio de Prevención identifica como factores de riesgo específicos la falta o insuficiencia de equipos de protección individual, y señala como acciones preventivas al respecto el uso de equipos de protección individual adecuados y la dotación de los equipos de trabajo policial necesarios para esas funciones.
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