Histórica conferencia en Roma impulsa derechos sindicales militares: AUGC denuncia el bloqueo del generalato en la Guardia Civil española

Nos volvemos con un conocimiento mucho más detallado sobre el derecho de sindicación y asociación profesional en los cuerpos militares europeos, tras haber realizando un ejercicio detallado de comparación en todos los ámbitos, con el firme objetivo de trabajar en avances de cara al futuro. AUGC ha estado presente mediante la participación del secretario de organización Germán Gómez, miembro de la Junta Directiva de EUROMIL en representación de AUGC. La primera jornada de la conferencia abrió con la intervención del presidente de EUROMIL, Emmanuel Jacob, el cual ofreció a los asistentes una perspectiva comparada del estado del derecho de sindicación o asociación del personal militar en los diferentes países europeos, dando paso posteriormente a intervenciones de participantes de diferentes naciones. Desde AUGC, se expusieron los retos del movimiento asociativo en la Guardia Civil, poniendo especial énfasis en la ausencia de derechos sindicales, sobre todo poniendo en comparación las herramientas de las que disponen los sindicatos de Policía Nacional, y los continuos obstáculos a avances en este sentido, teniendo que hacer frente al muro que continuamente se levanta por el lobby militarista de la cúpula de la Dirección General, y a la necesidad urgente de avanzar hacia un verdadero derecho de negociación colectiva, de modo que por parte de la Administración se tengan que abordar verdaderos procesos de diálogo, de negociación, y de alcance de acuerdos con los legítimos representantes de los guardias civiles. Con especial envidia escuchamos como los compañeros de Luxemburgo, Suecia, Dinamarca o Alemania, nos relatan su capacidad de negociación colectiva gracias a los derechos sindicales que vienen ejerciendo con total normalidad desde hace décadas, lo que deviene en verdaderos procesos de acuerdo y de negociación sin imposiciones, y en unas cuotas de afiliación de más del 90 por ciento del total de las plantillas. Igualmente, el relato de los compañeros de Grecia nos muestra que pertenecer a un estado del sur de Europa en ningún caso debe estar reñido con los necesarios avances en el derecho de representación de los trabajadores. German Gómez, secretario de Organización de AUGC y miembro de la Junta Directiva de EUROMIL. Por contra, desde AUGC expusimos la situación en España, donde nos encontramos con un bloqueo desde el generalato de la Guardia Civil que impide necesarios avances. Forzados por este bloque, desde EUROMIL se ha presentado ante el Comité de Derechos Sociales del Consejo de Europa una reclamación colectiva contra España, por la vulneración respecto al personal militar español (incluyendo a los guardias civiles) de los derechos contemplados en la Carta Social Europea, derechos que deben incluir el derecho de sindicación y el derecho a la negociación colectiva. Resoluciones de este Comité ya han sido favorables en relación a casos similares de Irlanda o el más reciente de Portugal, y esperamos que la resolución relativa a España se resuelva en similares términos. Por ello no deja de sorprender el inmovilismo del Gobierno de España en general, y del Ministerio del Interior en particular, que dejan que se sigan imponiendo las posturas del reacio lobby militarista ejercido por el generalato de la Guardia Civil, las cuales no permiten que se regule para los guardias civiles un derecho de sindicación al menos en los mismos términos que ya se viene ejerciendo con total normalidad desde hade décadas por los compañeros de la Policía Nacional. En este punto, sobre todo para los más rancios y reacios, es necesario recordar que la Constitución Española en su artículo 28.1, textualmente dispone: «1. Todos tienen derecho a sindicarse libremente. La ley podrá limitar o exceptuar el ejercicio de este derecho a las Fuerzas o Institutos armados o a los demás Cuerpos sometidos a disciplina militar y regulará las peculiaridades de su ejercicio para los funcionarios públicos.» Como ya apuntara el catedrático de derecho constitucional Javier Pérez Royo en su artículo «Guardia Civil y derecho de sindicación» publicado el 3 de abril de 1990, la interpretación «negativa» que se viene realizando del artículo 28.1 de la Constitución no solo no tiene razón de ser, sino que privar a los miembros de la Guardia Civil de manera absoluta del ejercicio del derecho de sindicación, supone una claro ejemplo de «inconstitucionalidad por omisión». General De Santis del Arma de Carabinieri, responsable de la relación con los sindicatos de militares. En Italia, los recientemente creados sindicatos de militares aún tienen camino por recorrer en cuanto a alcanzar la totalidad de capacidad que se debe poder ejercer con garantías el derecho de representación del personal militar. Pero queda claro que siendo un país mediterráneo y del sur de Europa, se han dado los primeros pasos para reconocer sin tapujos una realidad que en el norte de Europa no supone ningún tipo de problema: el personal militar, a la par que militares, somos ciudadanos y trabajadores de uniforme, y como tales, debemos poder ejercer los mismos derechos que el resto de ciudadanos y trabajadores, desde la firme convicción que el ejercicio de estos derechos deviene en la mejora de las condiciones laborales, sociales, profesionales, y económicas del personal militar, y siempre va a redundar en la mejora del servicio que nuestras Instituciones prestan a la sociedad. En las conclusiones abordadas en la segunda jornada de la conferencia, está la importancia en establecer canales de comunicación y diálogo entre los sindicatos o asociaciones profesionales con la Administración, estableciendo una relación de confianza y de trabajo mutuo para atender las legítimas necesidades del personal militar, transmitidas por los sindicatos o asociaciones a la Administración, y en especial, que desde esta se eliminen las posibles trabas al ejercicio del derecho de representación, y para ello se de impulso a los cambios legislativos que sean necesarios. Igualmente se resaltó que de la experiencia de los países en los que los militares tienen reconocido el derecho de negociación colectiva, no existe un modelo «perfecto», pero desde luego los diferentes modelos dan cumplimiento a la necesidad de un diálogo social real de los representantes con la Administración. Además, el diálogo en ningún caso de debe constreñir a las estructuras internas de cada Institución militar: los sindicatos o asociaciones de militares, deben tener reconocida la capacidad de interlocución con todos los agentes sociales, y de manera muy especial con los grupos políticos parlamentarios sin que ello suponga en ningún caso vulneración alguna de la neutralidad política, sino que se traduzca en la capacidad de promover los necesarios cambios legislativos que conduzcan a mejorar las condiciones de trabajo del personal militar. Punto destacable de la segunda jornada de la conferencia, fue la participación representando a la Dirección del Arma de Carabinieri del General De Santis, manifestando hacer suya la idea de la necesidad de avanzar en un diálogo con confianza entre sindicatos y Administración. Este cambio de mentalidad, esta manera de afrontar la realidad imparable del derecho de sindicación de los militares europeos, y que como se ha comentado, lleva materializada desde hace años en el norte de Europa, debe abrirse paso en las anquilosadas paredes de la Dirección General de la Guardia Civil, para convertir a la Guardia Civil en la Institución europea y del siglo XXI que los guardias civiles y el conjunto de la sociedad española a la que sirven merecen.

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