El pasado 13 de junio, la Federación de Galicia de AUGC mantuvo una reunión con la Jefatura del Sector en la que se abordaron, de forma directa y rigurosa, numerosos problemas que afectan al personal, la organización del servicio y los medios materiales. Como resultado, se obtuvieron respuestas claras, compromisos de mejora y se evidenció, una vez más, la utilidad del trabajo constante y firme que AUGC realiza en defensa de sus afiliados. En relación con las funciones del EIS y la organización del servicio, se planteó la preocupación por los problemas en las dispensas judiciales en casos de bajas, francos y vacaciones. Preguntada al respecto, la Jefatura del Sector aclaró que las bajas serán tramitadas por el titular para evitar que datos personales pasen por terceros, mientras que las dispensas en caso de franco o vacaciones serán asumidas por el personal de oficina. Del mismo modo, se expuso la disfunción existente en A Coruña, donde las EIS están asumiendo tareas propias de oficina, como la grabación de FODAs. El Jefe de Sector indicó que trasladará al destacamento la instrucción de que el uso de la tablet debe ser la norma general, y no una excepción. En cuanto al personal motorista, AUGC advirtió sobre la realización de funciones ajenas, como atestados, traslados o pruebas. La respuesta fue clara: se trata de situaciones puntuales que se deben a necesidades del servicio, y que en ningún caso deben normalizarse. Sobre la cobertura de turnos ante bajas o ausencias sobrevenidas, la Jefatura reconoció que la raíz del problema es la falta de plantilla, cuestión que excede sus competencias directas, si bien manifestó voluntad de ajustar la planificación cuatrimestral en la medida de lo posible. En materia de dotaciones y equipamiento, se abordaron numerosas carencias: desde la necesidad de fundas para ropa de agua en motocicletas, hasta la dotación de telepeajes. El Jefe de Sector manifestó su desconocimiento sobre el modelo de fundas propuesto, comprometiéndose a consultarlo, y añadió que ya se han solicitado más dispositivos de telepeaje de los que están próximos a caducar, con el objetivo de que todos los vehículos dispongan de ellos. En cuanto al material pendiente, como etilómetros, drogotest o chalecos para personal de radar, la Jefatura indicó que no hay más material disponible por el momento, aunque está solicitado, y dejó claro que existe una orden de la Agrupación que impide dotar al personal de radar con material de motorista. Respecto al veloláser averiado en A Coruña, informó que ya ha sido reparado y ha superado la revisión correspondiente. AUGC también solicitó explicaciones sobre la ausencia de TPVs para el cobro a extranjeros en transportes. La respuesta fue que la Xunta de Galicia tiene prevista su entrega a partir de abril de 2026, además de estar desarrollando un sistema similar a TRAMO para denuncias. Sobre el asunto de los chalecos airbag, solo se detectó una incidencia en Coruña, que fue solucionada mediante un ajuste de centralitas. En cuanto a los dípticos de diligencias, se comunicó que la implantación del sistema digital desde las tablets es inminente. La escasez de vehículos fue otro tema clave. La Jefatura reconoció estar al tanto de la problemática, recordando que se habían prometido nuevos vehículos para este año, aunque aún no han sido entregados. Respecto al personal y las vacantes, se solicitó información sobre los criterios para asignar vacantes en reserva. Se respondió que ya se han publicado todas las disponibles en el último movimiento, y no hay más previstas por ahora. En cuanto a futuras vacantes, se anticipa un gran movimiento sectorial en septiembre. Sobre las comisiones estacionales (por ejemplo, de Lugo o Ourense hacia zonas costeras), se confirmó que este año no se realizarán, pero la intención es que en 2026 sí se retomen, y que se ha solicitado a la Agrupación el permiso para ello. AUGC también puso sobre la mesa el reconocimiento de grupos funcionales sin curso específico, como el de transportes. La respuesta fue que actualmente solo se puede gratificar mediante el reparto de la productividad O2, criterio que la Jefatura pretende aplicar de manera uniforme, garantizando al menos un cobro anual para todos los miembros. En lo relativo a turnos, se reafirmó que no se pondrán impedimentos para que se implanten sistemas regulados por norma, si hay consenso, y que el paso de motoristas al turno de 12 horas dependerá de las órdenes de Estado Mayor, encontrándose en fase de preparación las áreas de descanso correspondientes. Sobre las cadencias excesivas —hasta nueve servicios seguidos sin descanso reglamentario—, se comprometieron a comprobarlo, y se sigue trabajando en habilitar salas de descanso donde haya turnos largos o esté previsto implantarlos. En el ámbito de radar y seguridad vial, AUGC expresó su preocupación por criterios poco claros en la activación de radares, uso de lenguaje inadecuado («pillar», «cazar»), e incoherencias entre mandos. La Jefatura fue tajante: se desplazará a Pontevedra, muestra su desacuerdo con los radares escondidos y con las sanciones masivas, y afirma que su prioridad es la seguridad vial, no la estadística. En este sentido, señaló que el 50% de los accidentes mortales tienen lugar en vías de la Xunta, y que es ahí donde deberían concentrarse los esfuerzos, no donde más denuncias se puedan formular. Asimismo, defendió el papel de los equipos de conductores de riesgo, ya que su actividad permite detectar a quienes, por su actitud, suponen un mayor peligro en carretera. En el plano de infraestructura, AUGC solicitó información sobre el futuro de la unidad COTA en Coruña. El Jefe de Sector explicó que la asignación depende de la Agrupación, que serán 14 vacantes de libre designación, y que se ofreció la posibilidad de probar destino en Comandancia a los actuales miembros, quienes declinaron continuar. Finalmente, sobre los servicios meritorios, se recordó que la Jefatura sigue la tabla de valoración establecida por la Agrupación, pero que es Madrid quien decide finalmente cuáles se reconocen y cuáles no. En cuanto a las pruebas deportivas, se mostró acuerdo en que debe priorizarse a quienes han participado regularmente, aunque se detectan problemas por errores en los datos enviados desde los destacamentos.
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