La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) quiere denunciar el preocupante número de agentes de baja médica, y la gestión inadecuada de estas bajas por parte de la Dirección General de la Guardia Civil. Esta situación alarmante, en la que el 63% de las bajas se deben a patologías traumatológicas y psiquiátricas, revela no solo una falta de seguimiento médico adecuado, sino también la carencia de condiciones óptimas de trabajo, un factor que incide directamente en la salud de los guardias civiles. Las condiciones laborales de los agentes de la Guardia Civil, caracterizadas en muchos casos por falta de jornada laboral donde se hace prácticamente imposible conciliar la vida profesional y particular, la sobrecarga de trabajo, falta de recursos y un equipamiento insuficiente, están llevando a muchos guardias civiles al límite físico y psicológico. Es inaceptable que se les exija cumplir sus funciones en entornos que no garantizan su seguridad ni su bienestar. Un claro ejemplo de esta situación es la presión que sufren nuestros compañeros destinados en las Islas Canarias, Ceuta, Melilla donde la crisis migratoria o el narcotráfico en la provincia de Cádiz y provincia limítrofes estan generado una carga de trabajo extrema, provocando un número de bajas inconcebibles. La contratación de servicios médicos privados para realizar el control de estas bajas, con un coste de 2,4 millones de euros, es un intento superficial de abordar un problema que tiene raíces mucho más profundas. Con 30 de las 52 provincias españolas sin médicos en el Cuerpo, la falta de personal médico hace imposible un adecuado seguimiento de las bajas, comprometiendo así el bienestar y la recuperación de los agentes. Esta situación pone de manifiesto la necesidad urgente de dotar a la Guardia Civil de los recursos y condiciones de trabajo adecuados, para evitar que el deterioro de la salud física y mental se convierta en la norma. A pesar de la reciente creación de un servicio de apoyo psicológico, todavía persiste un estigma en torno a la salud mental en el Cuerpo y muchos agentes temen acudir en busca de ayuda por el impacto negativo que podría tener en sus historiales. La presión constante a la que están sometidos, sin un respaldo real de las instituciones, está provocando un número creciente de bajas psiquiátricas. Desde AUGC exigimos al Ministerio del Interior y a la Dirección General de la Guardia Civil que implementen medidas reales y efectivas que permitan mejorar las condiciones de trabajo y la dotación de recursos médicos. No podemos permitir que nuestros compañeros tengan que seguir sacrificando su salud debido a la inacción de las autoridades. La seguridad y la calidad del servicio que ofrece la Guardia Civil dependen de agentes en buenas condiciones, y es deber de las instituciones garantizar que puedan trabajar en un entorno digno y seguro.
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