La resolución, promovida por una organización que se presentó como defensora de determinados intereses sectoriales, ha derivado en la imposición de una jornada presencial de 40 horas semanales para los Segundos Jefes de Unidad, eliminando así las horas de disponibilidad que permitían un margen necesario de flexibilidad y conciliación. Es decir, se ha pasado de un modelo mixto, que equilibraba presencia y disponibilidad, a un régimen rígido que ignora la carga real de trabajo y la necesidad de adaptación a las funciones de jefatura intermedia. Paradójicamente, lo que se presentaba como un avance para un colectivo concreto ha desembocado en un perjuicio claro para otros compañeros, particularmente los mandos intermedios, cuyo compromiso con el servicio y la responsabilidad que asumen día a día merecería, cuanto menos, una mayor sensibilidad y respeto en las decisiones que les afectan. En el caso del Servicio Marítimo, la sentencia también ha provocado la anulación de la OG 15/2022, lo que supondrá su inclusión en el régimen general de jornadas y horarios del Cuerpo. Este cambio, lejos de estar acompañado de un debate amplio o un estudio serio del impacto, se ha producido sin evaluar sus consecuencias prácticas. Las implicaciones sobre incentivos, turnicidad, disponibilidad operativa o conciliación aún están por analizar con la profundidad que merecen. Desde las Comisiones de Cabos y Suboficiales de AUGC trabajaremos con propuestas constructivas y negociaciones constantes, para revertir los efectos perjudiciales de esta sentencia. Nuestro compromiso es claro: defenderemos con firmeza los intereses de todos los compañeros, sin exclusiones ni clientelismos. La acción sindical responsable no puede consistir en lanzar iniciativas sin medir su alcance real ni escuchar a los afectados. Nos preocupa profundamente el camino que algunas organizaciones están siguiendo: priorizar una victoria jurídica simbólica frente a una solución estructural y consensuada, ignorando que el servicio en la Guardia Civil es complejo, diverso y exige medidas equilibradas, no soluciones simplistas o mediáticas. No podemos permitirnos que, por decisiones unilaterales y poco meditadas, se fragmenten los intereses colectivos y se creen agravios entre compañeros. Desde AUGC seguimos apostando por un modelo de jornada que respete la conciliación familiar, la dignidad profesional y la naturaleza operativa de los distintos servicios. Cualquier modificación normativa o interpretación judicial debe construirse desde el diálogo, el análisis técnico y el sentido común. Reivindicamos la necesidad de recuperar el sentido institucional de la representación del personal de la Guardia Civil, basada en el rigor y la defensa global del conjunto del Cuerpo. No en la precipitación, la confrontación ni el corporativismo mal entendido. Por ello, instamos a la Dirección General a tomar conciencia del impacto de esta sentencia y a abrir un proceso de diálogo con las organizaciones representativas, que evite que futuras decisiones acaben generando más desigualdad que soluciones. Seguiremos trabajando desde las comisiones de Cabos y Suboficiales de AUGC para restaurar el equilibrio, proteger los derechos de los compañeros perjudicados y construir un modelo de jornada profesional, justo y coherente.
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