Los guardias civiles destinados en los acuartelamientos de Campillo de Alto Buey y Priego (Cuenca), se han visto perjudicados gravemente por las condiciones de habitabilidad de dichas instalaciones que se encuentran claramente por debajo de unos mínimos aceptables. En Campillo de Alto Buey, los pabellones residenciales muestran importantes signos de humedad que hacen que vivir en ellos resulte insalubre para los agentes y sus familias. Estas deficiencias se agravan con la climatología invernal, provocando riesgo de problemas de salud como asma, bronquitis, alergias o afecciones musculares. También pueden derivar en daños estructurales y en los materiales expuestos a largos periodos de humedad. Por su parte, en Priego, pese a una inversión de más de un millón de euros, persisten fallos graves: los desagües del patio interior no evacuan el agua acumulada durante las lluvias, provocando filtraciones hacia plantas inferiores; además, la calefacción de geotermia lleva sin funcionar desde su instalación y hay pabellones que directamente carecen de agua caliente. En algunos casos, las familias con menores a su cargo dependen de que vecinos del municipio les faciliten agua caliente para poder realizar tareas básicas. AUGC reclama a la Comandancia de la Guardia Civil de Cuenca y al Ministerio del Interior que actúen de forma inmediata para garantizar unas condiciones dignas de alojamiento a los miembros del Cuerpo y sus familiares, tal como merecen quienes prestan servicio permanente por la seguridad de todos. Además, hacemos hincapié en que la falta de calefacción y agua caliente en pleno invierno no es un problema menor; se trata de un factor que afecta directamente al bienestar, salud y desempeño profesional de los guardias civiles. La situación no puede permanecer sin respuesta. AUGC exige un diagnóstico detallado, plazos concretos de actuación y solución definitiva para que estos acuartelamientos cumplan con los estándares mínimos exigibles.


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